sábado, 27 de marzo de 2010

Discurso madre antiguo alumno

Este es el texto leído por Margarita García, madre de antiguo alumno, durante el acto de celebración del 25º aniversario

Buenas Noches:

Es para mi una gran alegría el poder estar esta noche con vosotros participando de este entrañable acto que con tanto cariño habéis organizado.

Deseo dirigirme a ustedes para compartir mi experiencia , no sólo como madre de Luis, antiguo alumno de este colegio, sino también en nombre de todas las madres de este gran grupo de compañeros alumnos que un día, hace 25 años, finalizaron su etapa escolar en él.

Hoy, ellos quieren conmemorar en este mismo lugar esa etapa que seguramente fue una de las más felices de sus vidas. Unos años que con el paso del tiempo aún no han olvidado.

Cuando los Arquitectos se disponen a construir un edificio, lo primero que hacen es estudiar cómo ha de ser su cimentación y que materiales han de utilizar para que éste sea sólido y con el paso de los años y las inclemencias del tiempo no se venga abajo. También es muy importante que las manos de aquellos que lo construyen sean unas manos hábiles y expertas.

Nosotros no somos Arquitectos. Por tanto no es nuestra misión ni nuestro trabajo el construir edificios. Sin embargo sí tenemos otra misión muy importante: la responsabilidad y el compromiso que conlleva el ser madres. El velar por la educación de nuestros hijos y el ayudarles a crecer como personas, esa es nuestra gran misión y nuestro trabajo. Por eso, un día, cuando ellos eran pequeños y se disponían a iniciar su formación escolar, pensamos que para ello sería necesario una buena cimentación. Esos buenos cimientos serían, sin lugar a dudas, el Colegio de los Hermanos Maristas.

Yo ya tenía otro hijo en este centro: mi hijo mayor José Manuel. Fue esa misma convicción la que una día nos había movido a mi marido y a mi elegirlo para él.

El colegio fue para todos ellos su segundo hogar ya que en él pasaban la mayor parte del día.
La familia Marista llegó a formar parte de su propia familia.

Entre los pilares que fueron construyendo su formación había dos tan fundamentales e importantes como los académicos: el deporte y los campamentos de la amistad.

Recuerdo a mi hijo Luis disfrutar de estas dos actividades y creo que vosotros , al igual que yo, lo recordareis con el mismo cariño.

En el patio del colegio permanecían hasta el toque de la campana que normalmente se producía a la caída de la tarde. Pero nosotras no sentíamos una gran preocupación por su tardanza, a pesar de que las clases terminaban a media tarde, porque estábamos convencidas de que era en el patio donde se encontraban. A ellos se les pasaba el tiempo volando.

Por otro lado valorábamos positivamente aquellos campamentos de la amistad. En ellos, además de convivir unos con otros aprendieron también a desenvolverse por ellos mismos al tener que ordenar sus cosas sin la ayuda de sus madres.

También recuerdo a mi hijo Luis a la vuelta del campamento, en casa, cantando las canciones que había aprendido en él. A veces daba demasiado la tabarra ya que cantaba y cantaba sin parar. Pero en el fondo yo me sentía feliz al verle feliz a él después de su experiencia vivida.

Esta noche, después de 25 años, podemos comprobar cómo aquellos niños de entonces, hoy hombres, algunos de ellos padres, no han sido doblegados ni destruidos por las inclemencias del tiempo y los avatares de la vida. No nos equivocamos al elegir para ellos una buena cimentación. Por eso queremos dar las gracias a todos los profesores que han colaborado en ello, tanto Maristas como seglares. Algunos de ellos aún permanecen en el colegio y se encuentran aquí esta noche. Otros se encontrarán en cualquier otro lugar, de este mundo o del otro.

A todos ellos, y a todos vosotros, muchas gracias de todo corazón.

viernes, 26 de marzo de 2010

¡Cómo hemos cambiado!

Aquí os dejo un video donde podemos ver cómo hemos cambiado en estos 25 años.


jueves, 25 de marzo de 2010

Maristas 1977


El siguiente texto fue escrito por Raúl Pérez Cobo y leído por Rafael Pimentel en el patio del colegio San José HH Maristas el día del acto de celebración del 25º aniversario.

Maristas 1977

Faltaba muy poco para que Argentina ganase la Copa del Mundo de fútbol. Un año antes, en el 77, nos matriculan para la E.G.B., y a pesar de que la educación mixta se impone en 1969, nunca veríamos una falda en el colegio. Cuando lo más importante en la vida era un gol, ¿quiénes fuimos? En la tele, Franco había muerto. Iba a venir el apocalipsis, y lo único que llegó fue la modernidad en una invasión de pegatinas de partidos políticos anunciando la posible democracia. Mientras el mundo se definía, gracias a la entonces U.R.S.S y los yanquis, entre capitalistas o comunistas, nosotros éramos “maristas” y hubiésemos dado cualquier cosa porque cualquier Hermano llegase un poquito tarde a tocar la campanita que nos obligaba a dejar de ser Curro Jiménez, Maceda, López Ufarte, Camacho, Arconada, y desistir del recreo, y tras la berrea de formar en filas, seguir hacia las aulas y el Saber. Décadas más tarde, algunos siguieron al Señor y otros a las señoras o a los señores...

..Amén de la campana y los cánticos eclesiales a María, lo nuestro fue siempre la percusión: tambores, “zumbíos”, musicales pelos de segueta, “ultimillo puentepalos”, “cascahuevos”... Fue un tiempo en que los grandes problemas solían ser los que trataban de patos y gallinas, o de cómo recuperar balones de los tejados vecinos. Fue una época en que no nos importaba cuánta gasolina gastase un coche que saliese de Bilbao para encontrarse con otro que arrancase desde Madrid y nos importaba mucho más despejar balones del área que despejar incógnitas.

Veinticinco años después, estas dudas se han quedado junto a la campana, algún que otro cero en conducta, las flores a María, el crucifijo sobre la pizarra, un viaje de fin de curso que nunca nos dejaron hacer, la rifa en la que se sorteaba un guantazo y para la que teníamos todas las papeletas y que nunca nos tocó, ahí se queda todo lo que hicimos mal y todo el mal que nos hicimos. Si lo pensamos, lo que somos no eran los libros, lo que somos estaba en aquella banda sonora del “Confiad, recurrid...”.
Hubo personas justas, maestros buenos. Pasemos lista por última vez: Con el número uno: Adamuz.
Nunca hemos vuelto a ser tan libres como cuando tocaba aquella campanita.

martes, 23 de marzo de 2010

25 años después (II)

Una vez en el salón de actos, los presentadores dieron la bienvenida a todos y agradecieron la presencia de los compañeros, fundamentalmente de los que venían de fuera, y es que algunos hicieron un gran esfuerzo por estar allí presentes. Hubo gente que vino de Valencia, Madrid, Badajoz, Jaen, Málaga, Cadiz, Almería...

La primera persona que intervino fue mi madre (Margarita García) que como madre de alumno recordó por qué ella eligió para sus hijos el colegio de los Maristas.
Tras sus palabras, Alcalá le entregó un ramo de flores y sé de buena tinta que se emocionó bastante con este gesto.

A continuación fue el turno del que fuera nuestro profesor en 3º de EGB, José Antonio Gutiérrez López al que no veíamos desde hacía 30 años. José Antonio fue Hermano Marista y un día abandonó esta profesión para seguir otro camino en la vida. Casado y padre de dos hijos, da clase en un colegio en Málaga, lugar donde reside, y en este día tan especial vino acompañado de su mujer, Ana, a la que también se le vio feliz y emocinada de ver a su marido con sus antiguos alumnos.
José Antonio nos habló de sus años en el colegio y de cómo, ante el temor de sus primeras clases, pedía consejo al Hermano Basilio.

Luego José Antonio Mérida, Ochoa como él recordó que siempre le llamaban y siempre le llamarán, habló sobre el compañerismo ente los alumnos y recordó la vida del Hermano Mariano Nebreda, tan querido por todos pero muy especialmente por él.

Más tarde el Hermano Serafín, al que también no veíamos desde hacía más de 20 años, nos puso por las nubes cuando dijo que ponía como ejemplo en otros colegios los trabajos que sus alumnos de Priego realizaban sobre paises y continentes.
Siempre recordaremos sus dieces con corona y en menos ocasiones sus ceros negros, notas éstas que, según él, todavía sigue poniendo.



Tras una breve explicación a los presentes de la existencia de este blog, llegó la primera sorpresa de la noche, un pequeño video de poco menos de tres minutos donde se hace un resumen mediante fotografías de los ocho años de nuestra estancia en el colegio.


Otra sorpresa fue la entrega de los premios de la jornada deportiva, que correspondieron a Antonio Poyato como pichichi y a Amador Valverde como mejor jugador.

Pero quizás lo que más huella dejó a todos los presentes fue el video en el que el Hemano Basilio nos mandaba un saludo desde la Residencia de los Hermanos Maristas de Benalmádena. En este video, que fue grabado por los hermanos Adamuz, un sonriente Basilio nos explicaba cómo debido a sus problemas de salud no podía estar allí con nosotros, aunque poco importó porque todos lo sentíamos muy presente. Era como si el Hermano Basilio estuviese allí sentado y puedo asegurar que a más de uno se le saltaron las lágrimas cuando vieron a su antiguo director en la pantalla.


Tras recordar a los profesores que por alguna u otra circunstancia no estaban presentes, como es el caso de D. Julio, de viaje con la familia, u otros ya desaparecidos como D. Manuel Bermúdez, y los Hermanos Mariano y Servando, dimos lectura a la carta que desde Roma nos había enviado el Hermano Juan Miguel Anaya.


Poco después fue el momento de tener un pequeño espacio de recogimiento a cargo de Felipe López. Varios alumnos y profesores salieron a contar alguna anécdota o experiencia de aquellos años, como Laureano Matas que recordaba el día después del famoso 23 F cuando llegó al colegio y, al no ver a nadie, se quedó allí dándole patadas a un balón, o la de Israel que agradeció a sus compañeros la delicadeza que tuvieron cuando el día que murió su padre se lo llevaron al Paseo de las Rosas para jugar con él y de esta forma tenerlo distraido.
También dijeron unas palabras de agradecimiento D. Manuel Osuna y D. Enrique Onieva, y aunque le costó debido a los problemas que viene arrastrando en la garganta, también D. Rafael Vílchez se animó. Esta parte terminó con la famosa canción del Confiad, Recurrid..

En la parte final del acto y como muestra de agradecimiento se le entregó al actual director del centro, el Hermano Gregorio, una orla donde aparecían fotografías de la época de todos los alumnos de la promoción, y a continuacion nuestros profesores fueron entregando unos obsequios a todos sus alumnos.






Tras la foto de rigor, los antiguos alumnos, junto con los profesores y sus acompañantes seguimos disfrutando y contando cosas de nuestras vidas en la cena que, para tan memorable ocasión, habíamos preparado en el restaurante El Telar.
La cena terminó con el apagado de las velas de la tarta por parte de varios alumnos y profesores mientras el resto cantábamos el cumpleaños feliz en recuerdo del 25º aniversario de la salida del colegio de la promoción que cursó estudios en el Colegio San José de los H.H. Maristas de Priego de Córdoba entre los años 1977 y 1985.










lunes, 22 de marzo de 2010

25 años después (I)

Y nos volvimos a encontrar, ¡después de tantos años!

Todo comenzó a eso de las siete de la tarde cuando fuimos llegando todos aquellos niños, ya hombres, y nos fuimos fundiendo en abrazos los unos con los otros.
Había compañeros, como Laureano, al que no veíamos desde hace 28 años, o a Serafín al que no veíamos desde hace casi 25 o a José Antonio Gutiérrez, nuestro profesor y hermano en 3º de EGB, desde hace 30.
Allí estábamos, emocionados y alegres por el reencuentro. Alcalá, nervioso porque todo saliese bien, parecía un niño con zapatos nuevos, Adamuz y Amador pendientes de la gente, Ochoa ultimando su discurso al mismo tiempo que preparaba el ordenador para las proyecciones, Felipe pendiente de que el escenario quedase como un palmito y yo nervioso como un flan me sentía alegre de ver como todo el mundo se alegraba de volver a verse.
Poco a poco iban llegando todos, primero Edu, Josele, Paco Ballesteros, Jacinto y nuestro guitarrista de Jazz, Israel Sandoval. Les siguieron Chiqui, Alfonso, José Manuel Pareja, y más tarde asomaron Antonio Poyato, Fco Jesús García, Carlos Camacho, Rafa Montes y Manolo Delgado.
Algunos como Moisés o Antonio Barrientos venían con la familia y mientras Rafael Pimentel, que con su corbata venía hecho un pincel, iba saludando uno a uno a todos los compañeros, aparecieron más compañeros, Manolo Torres, Fuentes, Gil, Miguel Castro, Miguel Ángel Jiménez, Emilio Valdivia, José Campaña.... todo esto bajo la atenta mirada de algunos padres, novias, esposas e hijos que miraban con incredulidad como sus hijos, parejas, maridos y papás se fundían en multitud de abrazos.
Allí aparecío D. Manuel Osuna, que dando voces se abrazó con el Guti como él llamaba a José Antonio. Sigilosamente apareció D. Rafael Vilchez al que también se le veía feliz, aunque su rostro reflejaba algo de añoranza.
Justo antes de empezar el acto entró D. Enrique, así que, entre profesores, alumnos, y familiares nos juntamos unas 70 personas.
Comenzó el acto con la visita guiada que el hemano Gregorio nos hizo por el centro. Nos enseñó aquella parte del colegio que era nueva para nosotros, la nueva biblioteca, el gimnasio, el aula de informática... y mientras tanto la tertulia entre compañeros, profesores y familiares continuaba.
Subimos, que no bajamos, a los patios y mientras los compañeros seguíamos contándonos nuestras vidas, sonó la campana y el Hno. Serafín, silbato en mano, nos hizo formar en el patio como antaño hacía el Hemano Basilio.
A continuación Rafael Pimentel leyó un pequeño texto que nuestro compañero Raúl Pérez nos había enviado desde Estados Unidos y que hizo emocionarse a más de uno.
En fila de dos nos apresuramos al Salón para comenzar el que sería el acto de reencuentro de los alumnos que cursaron estudios en el colegio San José de los HH. Maristas de Priego de Córdoba ente 1977 y 1985.
Continuará...



jueves, 18 de marzo de 2010

Horarios del acto

Por fin llegó el gran día que todos estábamos esperando. El acto en el que los Alumnos, Hermanos y Profesores de la promoción 1977-1985 nos volveremos a encontrar después de 25 años.

A continuación os dejo el horario con las actividades previstas:

SABADO 20 DE MARZO DE 2010

PRIMERA PARTE: Colegio San José

18:45-19:00 h. Recepción en Salón de Actos por parte del director
19:00-18:45 h. Visita guiada al centro. (Culminaremos en la campana del patio)
20:00-21:30 h. Acto conmemorativo en el Salón de actos

Observaciones:
Se puede acceder al centro por las entradas de la C/ Cava y la C/ Tercia.
Están Invitados: La comunidad marista y otros hermanos; maestros de aquella época y familia; y antiguos alumnos de la promoción y familia que consideres (entre padres, pareja e hijos).



SEGUNDA PARTE: Restaurante "EL Telar"

22:00 h. Cena/ Restauramte "El Telar"

Observaciones:
Estan invitados: La comunidad marista y otros hermanos; maestros de aquella época y un acompañante; y antiguos alumnos de la promoción 1977/1985.
Se ruega no demorarse en el desplazamiento al restaurante, para no retrasar la cena.
Al llegar al restaurante, nos sentamos directamente en las mesas; donde quieras.

lunes, 15 de marzo de 2010

Jornada Deportiva: La Crónica


Ayer Domingo día 14 celebramos la jornada deportiva en el colegio. Veinticinco años después los equipos de la Burguesía y el Pueblo Llano volvieron a enfrentarse en un emocionante partido de "futbito" en el que se demostró que, a pesar de los años y a pesar de los kilos, seguimos estando en forma, algunos más que otros.

En el partido de futbito el equipo del "Pueblo Llano" se alzó con la victoria y venció por un resultado de 7-5, remontando un marcador en contra de 3-0. El pichichi del partido fue Antonio Poyato (del Pueblo Llano) con cuatro "chicharros" y demostró que sigue teniendo aquel toque de balón de hace 25 años.

El jugador más valioso del partido, según todos los compañeros, fue Amador Valverde (portero del Pueblo Llano) que impidió la victoria al equipo de la Burguesía ya que paraba casi todo lo que llegaba a su portería.

En el descanso del partido se realizó la competición de tiro de cuerda, y en esta ocasión la victoria fue para el equipo de la "Burguesía" gracias al poderío de Rafa Montes y a los músculos de Jacinto Escamilla.

Por primera vez en la historia un equipo en el que no figuraba Manolo Alcalá lograba la victoria en una competición de tiro de cuerda.

Después de las actividades deportivas nos fuimos al mesón el Telar a celebrarlo. Tras varias horas de tertulia el cometario más sonado fue que la táctica del capitán del Pueblo Llano (Alcalá) había sido mejor que la del capitán de la Burguesía (Luis).

Manolo Alcalá, como buen profesor, explica las reglas del juego.


La Burguesía y el Pueblo Llano se preparan para tirar de la cuerda.





La Burguesía.
(De izquierda a derecha). Arriba: Jacinto Escamilla, José Manuel Pareja, Rafael Montes y José Campaña; Abajo: Luis Ortiz, Alfonso Sánchez, Emilio Valdivia y José Carlos García Fuentes.


El Pueblo Llano
De izquierda a derecha. Arriba: José Adamuz, Amador Valverde, Manolo Alcalá y José Antonio Aguilera (Chiqui); Abajo: Antonio Poyato, Juan Carlos Camacho y Felipe López.



El colegio (III)

El pasillo principal y las clases.

El pasillo principal del colegio sigue estando practicamente igual que hace 25 años. Sólo han cambiado las puertas de las clases.

La primera puerta de la izquierda fue nuestra clase de 1º y la segunda de la derecha fue nuestra clase de 5º. (Foto de la izquierda). En la foto de la derecha vemos la puerta de la que fue nuestra clase de 5º, al fondo a la derecha estaba la clase donde cursamos 4º y 8º de EGB. Casi al final del pasillo a la izquierda estaban las escaleras que subían a la clase donde cursamos 3º, y justo al final, a la izquierda, la clase de 2º.

En la foto de la izquierda vemos la puerta de la clase de trabajos manuales, y entre esta y la clase de 1º había un pequeño patio con una fuente que sigue estando igual que hace 30 años.


Esta es la clase donde cursamos 4º y 8º.


Aquí vemos la clase de 3º y las escaleras de subida. En esta clase se encontraba también la puerta de acceso a la biblioteca.