martes, 23 de marzo de 2010

25 años después (II)

Una vez en el salón de actos, los presentadores dieron la bienvenida a todos y agradecieron la presencia de los compañeros, fundamentalmente de los que venían de fuera, y es que algunos hicieron un gran esfuerzo por estar allí presentes. Hubo gente que vino de Valencia, Madrid, Badajoz, Jaen, Málaga, Cadiz, Almería...

La primera persona que intervino fue mi madre (Margarita García) que como madre de alumno recordó por qué ella eligió para sus hijos el colegio de los Maristas.
Tras sus palabras, Alcalá le entregó un ramo de flores y sé de buena tinta que se emocionó bastante con este gesto.

A continuación fue el turno del que fuera nuestro profesor en 3º de EGB, José Antonio Gutiérrez López al que no veíamos desde hacía 30 años. José Antonio fue Hermano Marista y un día abandonó esta profesión para seguir otro camino en la vida. Casado y padre de dos hijos, da clase en un colegio en Málaga, lugar donde reside, y en este día tan especial vino acompañado de su mujer, Ana, a la que también se le vio feliz y emocinada de ver a su marido con sus antiguos alumnos.
José Antonio nos habló de sus años en el colegio y de cómo, ante el temor de sus primeras clases, pedía consejo al Hermano Basilio.

Luego José Antonio Mérida, Ochoa como él recordó que siempre le llamaban y siempre le llamarán, habló sobre el compañerismo ente los alumnos y recordó la vida del Hermano Mariano Nebreda, tan querido por todos pero muy especialmente por él.

Más tarde el Hermano Serafín, al que también no veíamos desde hacía más de 20 años, nos puso por las nubes cuando dijo que ponía como ejemplo en otros colegios los trabajos que sus alumnos de Priego realizaban sobre paises y continentes.
Siempre recordaremos sus dieces con corona y en menos ocasiones sus ceros negros, notas éstas que, según él, todavía sigue poniendo.



Tras una breve explicación a los presentes de la existencia de este blog, llegó la primera sorpresa de la noche, un pequeño video de poco menos de tres minutos donde se hace un resumen mediante fotografías de los ocho años de nuestra estancia en el colegio.


Otra sorpresa fue la entrega de los premios de la jornada deportiva, que correspondieron a Antonio Poyato como pichichi y a Amador Valverde como mejor jugador.

Pero quizás lo que más huella dejó a todos los presentes fue el video en el que el Hemano Basilio nos mandaba un saludo desde la Residencia de los Hermanos Maristas de Benalmádena. En este video, que fue grabado por los hermanos Adamuz, un sonriente Basilio nos explicaba cómo debido a sus problemas de salud no podía estar allí con nosotros, aunque poco importó porque todos lo sentíamos muy presente. Era como si el Hermano Basilio estuviese allí sentado y puedo asegurar que a más de uno se le saltaron las lágrimas cuando vieron a su antiguo director en la pantalla.


Tras recordar a los profesores que por alguna u otra circunstancia no estaban presentes, como es el caso de D. Julio, de viaje con la familia, u otros ya desaparecidos como D. Manuel Bermúdez, y los Hermanos Mariano y Servando, dimos lectura a la carta que desde Roma nos había enviado el Hermano Juan Miguel Anaya.


Poco después fue el momento de tener un pequeño espacio de recogimiento a cargo de Felipe López. Varios alumnos y profesores salieron a contar alguna anécdota o experiencia de aquellos años, como Laureano Matas que recordaba el día después del famoso 23 F cuando llegó al colegio y, al no ver a nadie, se quedó allí dándole patadas a un balón, o la de Israel que agradeció a sus compañeros la delicadeza que tuvieron cuando el día que murió su padre se lo llevaron al Paseo de las Rosas para jugar con él y de esta forma tenerlo distraido.
También dijeron unas palabras de agradecimiento D. Manuel Osuna y D. Enrique Onieva, y aunque le costó debido a los problemas que viene arrastrando en la garganta, también D. Rafael Vílchez se animó. Esta parte terminó con la famosa canción del Confiad, Recurrid..

En la parte final del acto y como muestra de agradecimiento se le entregó al actual director del centro, el Hermano Gregorio, una orla donde aparecían fotografías de la época de todos los alumnos de la promoción, y a continuacion nuestros profesores fueron entregando unos obsequios a todos sus alumnos.






Tras la foto de rigor, los antiguos alumnos, junto con los profesores y sus acompañantes seguimos disfrutando y contando cosas de nuestras vidas en la cena que, para tan memorable ocasión, habíamos preparado en el restaurante El Telar.
La cena terminó con el apagado de las velas de la tarta por parte de varios alumnos y profesores mientras el resto cantábamos el cumpleaños feliz en recuerdo del 25º aniversario de la salida del colegio de la promoción que cursó estudios en el Colegio San José de los H.H. Maristas de Priego de Córdoba entre los años 1977 y 1985.










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